
Todos ellos son algunos de los síntomas, recurrentes o crónicos, asociados al colon irritable o síndrome del intestino irritable (SII)
> El estrés, la ansiedad y otros factores emocionales,
> la mala alimentación y los excesos,
> la hipersensibilidad intestinal,
> infecciones graves por bacterias o virus,
> los genes pueden influir, al igual que los factores compartidos en el entorno familiar, o
> el desequilibrio de la microbiota.

Casi el 20% de la población mundial sufre de este trastorno.
Se considera que una persona sufre de este trastorno cuando los síntomas se repiten por los menos tres veces en un periodo de tres meses.
Es un trastorno funcional. Es decir, no hay una lesión visible, pero las funciones intestinales están alteradas
No produce cáncer ni daña el intestino, pero puede ser muy molesto.
El tratamiento personalizado suele mejorar notablemente los síntomas.
Es fundamental acceder a un diagnóstico correcto para descartar enfermedades intestinales como celiaquía u otras.

Cuidar nuestro
estilo de vida
Actividad
física
Una buena
hidratación
Atender nuestras
emociones y
salud mental
Alimentación rica
en nutrientes y que
limite ciertos
carbohidratos y
azúcares
Complemento de
pre y probióticos
que colaboran en el
tratamiento de este
trastorno intestinal

Algunos estudios científicos recientes demuestran que el uso de pre y probióticos en pacientes con SII, reduce el alcance de los síntomas.
Y, al favorecer el equilibrio de la microbiota mejora la movilidad intestinal, disminuye la producción de sustancias inflamatorias, reduce la sensibilidad a los dolores abdominales, y previene la constipación o la diarrea relacionadas el colon irritable.